En la década de los 70, el finlandés Jarno Saarinen y el estadounidense Kenny Roberts revolucionaron el mundo del motociclismo con una peculiar técnica de pilotaje: fueron los primeros en tomar las curvas descolgándose de la moto y tocando el suelo con la rodilla como punto de apoyo, lo que les permitía girar con una menor apertura.
¡Qué bueno!
Me ha encantado el artículo, máxime cuando ahora estoy inmerso en la lectura de Antifragil de Taleb.