Aquí tienes tus regalos:
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Hay algo inherente al ser humano.
Y es proyectar su situación actual hacia la eternidad.
Me explico.
Las personas cambiamos.
De hábitos, de preferencias, de costumbres, de objetivos.
Al menos si eres alguien a quien no le importa cambiar de opinión cuando recibes nueva información que te permite decidir mejor.
Lo contrario es signo de ser obtuso y falto de juicio.
Y un error muy común es suponer que tu forma de vivir ahora será tu forma de vivir siempre.
Te pongo un caso personal.
Pasé 8 años fuera de casa. Cinco de ellos en el extranjero.
Después volví a España.
A algunos les pareció que se había acabado mi espíritu aventurero.
Pasé los dos últimos años viviendo en mi pueblo natal.
A otros les pareció que me había vuelto un ermitaño.
Ahora me acabo de mudar a la ciudad.
Hay quien me pregunta si me he cansado ya de esa vida, como si hubiese traicionado a mis raíces.
La realidad es que, como todos, uno se busca la puñetera vida, y va cambiando en función de la situación.
En entrenamiento pasa lo mismo.
Empecé este ciclo de entrenamiento en octubre, entrenando a muy pocas repeticiones.
Acababa de empezar en kickboxing y no sabía a qué me enfrentaba.
¿Resultado después de dos meses?
Ya estoy habituado a la práctica deportiva y al entrenamiento de fuerza.
Así que voy a incrementar el rango de repeticiones.
En vez de 1 a 3, voy a probar a entrenar de 3 a 6, o incluso de 6 a 8.
"Pero eso son rangos de hipertrofia. ¿No era que eso no es compatible con la práctica deportiva?"
Por lo general, sí.
Pero la práctica deportiva, como todo en la vida, te genera menor fatiga conforme te habitúas a ella.
Y ahí puedes decidir si aumentar el volumen de práctica deportiva, o del entrenamiento de fuerza.
Yo he optado por la segunda.
Pero tú puedes optar por la primera.
Adapta tu entrenamiento a las circunstancias para maximizar el progreso, y no al revés.
De momento, si tienes ganas de más, te regalo tres cosas.
Primero, el blog.
Tienes dentro más de 100 artículos y entrevistas en podcast. Todo gratis:
Segundo, la guía de sentadilla profunda.
La sentadilla profunda es tu mejor herramienta a la hora de asegurar rendimiento y salud articular. Es posible que todavía no lo entiendas, pero lo hará cuando abras el tercer regalo.
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El tercer regalo es un mini-curso sobre prevención de lesiones, donde:
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Cambiarás tu forma de plantear el entrenamiento desde la primera lección.
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Aprenderás a reconocer desequilibrios y corregirlos en el gimnasio.
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En el último email, recibirás un descargable que te situará en el top 1% en cuanto a conocimiento de entrenar para tu deporte.
La lección de este mini-curso ya está en tu email, y se titula “Olvida el músculo. Piensa en la función”.
Si no lo has recibido, mira tu bandeja de entrada.
En cualquier caso, bienvenido a El AntiCulturista, y recuerda que al otro lado del email estoy yo mismo: no dudes en responder ante cualquier duda.
