
Descubra más de El AntiCulturista
Cuenta la leyenda que, en 1823, un estudiante de teología de la universidad inglesa de Rugby agarró la pelota con las manos en medio de un partido de fútbol y corrió a marcar gol.
Este incidente dio lugar a un nuevo deporte, el rugby, en honor a la localidad donde surgió. Aunque al principio no estaba clara la diferencia entre ambos, es el nacimiento del rugby, que se jugaba con las manos, lo que dotó de identidad al fútbol, que se jugaba con los pies.
La sencillez del fútbol le ha otorgado una popularidad indiscutible, convirtiéndolo en el deporte más seguido y practicado del mundo.
Sin embargo, hay algo donde el fútbol sigue en el siglo XIX, y es en entrenamiento de fuerza. Hoy veremos cómo se plantea la fuerza en el rugby, y qué puede aprender el fútbol de ello.
Contacto físico y masa muscular en rugby
El rugby se juega con 15 jugadores en el campo, y la masa muscular de cada jugador está directamente relacionada con el contacto físico que deberá soportar el jugador. En rugby existen dos tipos de posiciones:
De los quince jugadores, ocho son los delanteros o “forwards”, encargados de ganar y mantener la posesión del balón. Por ese motivo, la carga de contacto físico y la necesidad de fuerza es mayor en estas posiciones. Dentro de esas fases de conquista y posesión, la más icónica es la melé o scrum:
Esto se traduce en que los delanteros suelen pesar unos 112kg de media, aunque aquí existe incluso disparidad de físico debido a las exigencias de fuerza y capacidad aeróbica.
Los primeras y segundas líneas se llevan la mayor carga de contacto físico y fuerza. Esto se traduce en menor distancia recorrida por partido (entre 4 y 5 kilómetros) y un peso de entre 115 y 125kg. Aunque, mientras puedas mantener explosividad y velocidad con tu musculatura, no hay límite:
Por otro lado, los terceras líneas necesitan ser más móviles y participar en más fases del juego, lo que les obliga a recorrer más kilómetros por partido (entre 6 y 7) y por tanto pesar entre 100 y 110kg.
Los otros siete jugadores que no participan en la melé son la línea de tres cuartos o “backs”, y aquí es donde podemos ver muchas más similitudes con el fútbol.
Al practicar un juego de evasión y no de contacto, los tres cuartos no necesitan tanta masa muscular como un delantero, ya que su puesto les obliga a jugar por todo el campo. Como resultado, recorren entre 7 y 8 kilómetros por partido, y suelen pesar entre 85 y 100 kg:
Incluso la pareja de medios, que son los encargados de organizar el juego y son los menos involucrados en el contacto físico, suelen presentar buena masa muscular respecto a su altura:
De lo anterior podemos sacar la siguiente conclusión: en rugby, la masa muscular depende del contacto físico y de los kilómetros recorridos por partido.
Es decir, serás más decisivo en el contacto físico con buena masa muscular, pero si tu posición te obliga a mover tu musculatura por más distancia, demasiada masa muscular puede afectar al rendimiento.
Entonces, ¿cómo extrapolar esto al fútbol?
Contacto físico y masa muscular en fútbol
Debemos partir de la siguiente premisa: el fútbol también es un deporte de contacto físico.
Las cargas en disputas de balones divididos están permitidas siempre y cuando sean hombro con hombro:
En rugby, como hemos visto, aquellos jugadores que participan en la melé están sometidos a mayor contacto físico y tienen mayores necesidades de musculatura. En fútbol, el equivalente a la melé de rugby es el área.
Ya sea en el área propia o en el área rival, es en esta zona donde se produce la mayor parte del contacto físico, y las situaciones de peligro de cara al gol llevan a luchas encarnizadas. Las disputas por el balón, especialmente en el juego aéreo como remates, despejes de cabeza o salidas del portero, provocan impactos que pueden llegar a ser incluso mayores que los que se ven en rugby:
Esto nos lleva a una situación prácticamente idéntica en ambos deportes: las posiciones que actúan más cerca del área y por tanto tienen mayor contacto físico, corren menores distancias que aquellos jugadores que actúan alejados del contacto físico.
Delanteros y centrales, las posiciones que más tiempo pasan en las áreas, corren entre 5 y 11 km por partido, en función de si su estilo de juego es más defensivo u ofensivo. Sin embargo, un centrocampista suele recorrer un mínimo de 12km por partido. Los laterales más ofensivos llegan a correr tanto como un centrocampista, y los más defensivos suelen cubrir distancias más parecidas a los centrales.
Teniendo en cuenta que un partido de rugby dura 80 minutos y uno de fútbol dura 90, podríamos afirmar que centrales y delanteros corren prácticamente lo mismo que la línea de tres cuartos de rugby. Estos últimos se someten a mayor contacto físico, y por tanto los tres cuartos de rugby suelen pesar como mínimo 10 kg más que su altura (es decir, un jugador de 1.80m suele pesar 90kg como poco). Por tanto, la expectativa sería que delanteros y centrales en fútbol pesasen al menos tanto como su altura.
Sin embargo, cuando analizas las plantillas de los equipos de La Liga , ves que ningún jugador llega a igualar su peso con su altura:
Centrales:
Real Madrid: Militão (1.86m, 78kg), Alaba (1.80m, 78kg), Rüdiger (1.90m, 85kg), Jesús Vallejo (1.84m, 79kg). Nacho (1.80m, 76kg).
FC Barcelona: Araújo (1.88m, 79kg), Koundé (1.80m, 79kg), Christensen (1.87m, 81kg), Eric García (1.82m, 76kg).
Atlético de Madrid: José Giménez (1.85m, 80kg), Mario Hermoso (1.84m, 75kg), Savic (1.88m, 73kg).
Delanteros:
Real Madrid: Benzema (1.85m, 81kg) Vinicius (1.76m, 73kg), Hazard (1.75m, 74kg).
FC Barcelona: Lewandowsky (1.85m, 81kg) Dembelé (1.78m, 67kg), Ansu Fati (1.78m, 66kg)
Atlético de Madrid: Griezman (1.76m, 73kg), Morata (1.89m, 85kg).
Como ya expliqué en este artículo, dependiendo del tipo de esfuerzo, es posible que ni siquiera necesites músculo en tu deporte. Pero siendo un deporte de contacto físico, la conclusión es clara: en fútbol, falta músculo. Y al poder clasificar cada posición por contacto físico y distancia recorrida, podemos identificar dónde falta: en aquellas posiciones cercanas al área.
Músculo y rendimiento
Hasta aquí, te habrás mostrado escéptico, y si no la has pronunciado ya, por tu cabeza pasa la frase “el músculo te vuelve lento, propenso a lesiones, te resta agilidad, etcétera”.
Si crees que entrenar fuerza significa entrenar culturismo, entonces sí, estás en lo cierto.
Ahí está el tema. Puedes entrenar la fuerza para ser más rápido, ágil y menos propenso a lesiones. Cómo entrenas la fuerza importa mucho más que el hecho de ponerte fuerte en sí.
Los futbolistas más rápidos alcanzan entre 35 y 37 km/h, pero resulta que los jugadores de rugby más rápidos también alcanzan esas mismas velocidades, con la diferencia de que pesan entre 10 o 20kg más.
Tampoco la fuerza les resta agilidad:
Enable 3rd party cookies or use another browser
Entrenar la fuerza no solo fortalece tus músculos, sino también ligamentos y tendones, aunque el miedo a la musculatura en fútbol puede estar justificado en caso de centrocampistas, que deben recorrer grandes distancias por partido y la carga de contacto físico es mucho menor.
Sin embargo, un central o un delantero que no vayan a correr más de 6 o 7 kilómetros por partido serán mucho más decisivos si mantienen (o incluso mejoran) velocidad y agilidad pesando 5 o 10 kilos más. Simplemente serán más sólidos en el cuerpo a cuerpo e inamovibles en remates o despejes.
Pero entonces, ¿cómo plantear la fuerza para ganar corpulencia sin perder velocidad ni agilidad?
Entrenamiento de fuerza en fútbol
Es increíble pensar que el culturismo haya dañado tanto la imagen del entrenamiento de fuerza como para que el miedo por las pesas haya trascendido a los preparadores físicos en fútbol.
A pesar de ser el deporte que más dinero genera, el entrenamiento de fuerza en fútbol está en la edad de piedra. Ver entrenar a los equipos de La Liga en el gimnasio debería servir como tratamiento para la depresión:
Allá donde mires en fútbol, verás atletas haciendo el indio subidos a un bosu, abusando del trabajo en superficies inestables y generando nulas adaptaciones. A veces se ve un tímido curl nórdico, pero dejando de aplicar tensión en la última fase del movimiento.
Los jugadores de fútbol, independientemente de su posición, deberían entrenar con cargas para fortalecer su principal herramienta de trabajo, las piernas. Tienes en este artículo más detalle sobre cómo entrenar los isquios, quizá el músculo más lesionado en fútbol, y en este artículo tienes información sobre cómo progresar en sentadilla, que debería ser el eje central de cualquier programa de entrenamiento en fútbol.
Pero mientras fortalezcas las piernas, me da absolutamente igual el método que utilices. Si no, mira el tamaño de los isquios de Sergio Canales, que pasó de romperse el cruzado tres veces en tres años, a encadenar 8 temporadas sin problemas en la rodilla:
Y si eres delantero o central, te vas a beneficiar de lucir un físico mucho más musculado, no solo en las piernas como los centrocampistas, sino también en tren superior. En general, las posiciones cercanas al área, incluyendo porteros, deberían doblar su apuesta y entrenar pesado:
La gran oportunidad
Tanto si eres un jugador que está en el banquillo, como si eres un equipo que está al fondo de la tabla, esta es tu gran oportunidad. Estoy convencido de que veremos físicos mucho más musculares en fútbol en el futuro. Equipos como el Bayern o jugadores como Adama Traoré nos están dando pistas, y los jugadores y equipos que entiendan este fenómeno marcarán sin duda un antes y un después.
Si eres futbolista, deja de decir que entrenar pesas te vuelve lento y di la verdad: no sabes cómo entrenar para mejorar la velocidad, la aceleración, la prevención de lesiones, y todo esto dominando físicamente. Pero para esto está este blog. No dudes en suscribirte:
#27 Lo que el rugby puede enseñarle al fútbol
Hola, encontre esta pagina buscando al go parecido a esto que creo que no se implementa en el futbol y tengo que decir que esto lo hable hace mucho con un amigo que jugaba rugby. El me hablaba sobre las posibles lesiones o desgarros, me decia sobre desgarro superficial o en profundidad en el musculo y me daba a entender que los entrenamientos de los rugbiers son adecuados para no sufrir desgarros internos o en profundidad en el musculo y me decia que por eso un jugador de futbol era mas propenso a lesionarse y claro debe ser asi porque siempre he visto a muchos rugbiers que teniendo musculatura son rapidos corriendo y ademas tienen resistencia ademas del contacto fisico......Me gustaria un plan de entrenamiento de este tipo pero adecuarlo al futbol para que el futbolista este menos propenso a desgarros por ejemplo y mejorando su velocidad aunque quizas aumente un poco su musculatura.
Muy buen artículo. Sería genial que hablaras de balonmano un día 😁